En este artículo hablaremos del aceite de cannabis y sus propiedades, así como sus múltiples usos y beneficios. El cannabis es una hierba que crece de manera espontánea en la naturaleza, y que ha sido utilizada por miles de años para tratar problemas de salud. También se usa en perfumes, jabones, velas y algunas comidas. El aceite de cannabis es un aceite muy fuerte, y solo se necesita usar una pequeña cantidad para obtener un potente efecto en el cuerpo y la mente.
El termino cannabis (conocido comúnmente como marihuana) se usa para describir un producto de la planta de la especie cannabis sativa que se cultiva por sus potentes glándulas viscosas, conocidas como tricomas. Estos tricomas contienen grandes cantidades de tetrahidrocannabinol (abreviado como THC), el cual es el cannabinoide más popular por sus propiedades psicoactivas.
El aceite de cáñamo — el cual se obtiene prensando semillas de cáñamo, las cuales tienen muchos beneficios — es un poco diferente al aceite de cannabis, aunque ambos sean extraídos del mismo género (cannabis) y la misma especie (cannabis sativa) de la planta. El termino cáñamo se usa para referirse a una planta de cannabis sativa que contenga solo cantidades pequeñas de THC. El cáñamo es una planta de crecimiento elevado que generalmente se cultiva para uso industrial, en productos como aceites y ungüentos, así como también fibra para ropa, construcciones, y papel, entre otros.
La preocupación por los riesgos del abuso de la marihuana dio lugar a la prohibición del uso de los cannabinoides en tratamientos médicos en los Estados Unidos y en muchos otros países en la década del 30 y 40. Pasaron décadas antes de que a los cannabinoides se les considerara de nuevo como un compuesto con valor terapéutico, e incluso hoy en día, su uso es muy restringido.
El cannabis tiene su origen en Asia Central, pero, en la actualidad, este se cultiva en todas partes del mundo. En los Estados Unidos, es una sustancia controlada a nivel federal y se clasifica como un agente de Listado I, lo cual significa que es considerada una droga con altas posibilidades de abuso. La planta de cannabis produce compuestos psicoactivos que contienen resina, llamados cannabinoides.
Según un estudio científico del 2007 publicado en la revista médica “Dialogues in Clinical Neuroscience” (Diálogos de Neurociencia Clínica), los científicos concuerdan en que, a pesar de la leve adicción al cannabis y de la posibilidad de intensificar la adicción a otras sustancias de uso indebido, al combinarse con el cannabis, el valor terapéutico de los cannabinoides es demasiado alto como para pasarlo por alto.
Varias enfermedades y afecciones — tales como la anorexia, la emesis (vómitos), el dolor, la inflamación, la esclerosis múltiple, los trastornos neurodegenerativos, la epilepsia, el glaucoma, la osteoporosis, la esquizofrenia, los trastornos cardiovasculares, el cáncer, la obesidad y los trastornos asociados al síndrome metabólico — se tratan (o existe la posibilidad de tratarlas) mediante el aceite de cannabis u otros compuestos de cannabinoides. Aunque los estudios estén limitados debido a las estrictas directrices gubernamentales, una creciente cantidad de pacientes también buscan aliviar sus síntomas mediante el tratamiento con cannabis o cannabinoides.
Los componentes del Cannabis
Los cannabinoides son un grupo de compuestos terpeno-fenólicos que contienen 21 átomos de carbono, los cuales son producidos únicamente por las especies del cannabis. Estos compuestos derivados de las plantas se denominan fitocannabinoides.
Aunque el delta-9-tetrahydrocannabinol (conocido como THC) es el principal componente psicoactivo, se conocen otros compuestos con actividad biológica, como el cannabinol, el cannabidiol, el cannabicromeno, el cannabigerol, la tetrahidrocannabivarina y el delta-8-THC. Se cree que el cannabidiol tiene propiedades analgésicas y antinflamatorias sin el efecto psicoactivo del delta-9-THC.
7 Beneficios del Aceite de Cannabis
1. Reduce el estrés y la ansiedad
El estrés crónico puede empeorar nuestra calidad de vida, por lo que las personas estresadas siempre andan buscando maneras comprobadas de cambiar esta realidad. El aceite de cannabis tiene la capacidad de liberar hormonas de placer y relajar la mente. Reduce el estrés y permite que una sensación de calma y paz se apodere de tu cuerpo. Los componentes químicos del cannabis, llamados cannabinoides, activan receptores específicos situados en todo el cuerpo para producir efectos farmacológicos, particularmente en el sistema nervioso central y el sistema inmunológico.
Un estudio del 2013 llevado a cabo en la Universidad de Haifa de Israel descubrió que usar el tratamiento con cannabinoides luego de una experiencia traumática puede regular la reacción emocional al trauma y previenen las discapacidades producidas por el estrés. El tratamiento con cannabinoides minimizó los receptores de estrés en la amígdala basolateral (los núcleos que reciben la mayoría de la información sensorial) y el hipocampo (la parte del cerebro que es conocida como el centro de las emociones).
¿No puedes dormir? El aceite de cannabis también les sirve a las personas con insomnio. El efecto relajante de este aceite ayuda a las personas a dormir plácidamente, aliviando la ansiedad y el desasosiego. Un estudio científico en el 2015, publicado en la revista American Journal of Health-System Pharmacy (Semanario Americano de Farmacias del Sistema Sanitario), descubrió que el tratamiento con cannabis ayuda a los militares veteranos que sufren de trastorno de estrés postraumático (TEPT). Estudios indican que los cannabinoides, los componentes psicoactivos del cannabis en estado bruto, regulan la liberación de neurotransmisores y producen una gran variedad de efectos sobre el sistema nervioso central, tales como una mayor sentimiento de satisfacción y una alteración de los procesos de la memoria.
Estudios transversales han descubierto una correlación directa entre la aparición de síntomas de TEPT más severos y el aumento de la intención de usar el cannabis para poder lidiar con el mismo, especialmente entre aquellos pacientes a los que se les dificulta controlar sus emociones o que tienen poca tolerancia al estrés. Al usar el cannabis como tratamiento, los militares veteranos con TEPT informaron acerca de una reducción de su ansiedad e insomnio y una mejora en su capacidad para sobrellevarlo.
2. Altera el apetito
Para aquellos que quieran aumentar de peso, quizás después de recuperarse de una enfermedad o herida, el aceite esencial de cannabis es reconocido por aumentar el apetito. El aceite también produce el hambre y estimula el sistema digestivo — esto es posible debido a las hormonas que son liberadas al inhalar y consumir cannabis.
Según la revista International Weekly Journal of Science (Semanario Internacional de Ciencia), el cannabis causa la liberación de hormonas que aumentan el hambre. Las células nerviosas desempeñan un papel fundamental en este proceso, ya que las neuronas en el cerebro liberan una hormona que reduce el hambre y una que estimula el apetito.
Dependiendo de cuál hormona es estimulada, el cannabis puede aumentar o reducir el apetito. Por esta razón, el aceite de cannabis puede ayudar a los pacientes con trastornos alimenticios, como también puede ser una forma natural de tratar la obesidad. Esta manipulación del sistema de cannabinoides se está haciendo más popular y se están realizando más investigaciones para determinar su eficacia en pacientes con problemas de peso.
3. Fomenta la salud ocular
Estudios han demostrado que el aceite de cannabis ayuda a tratar de manera natural la degeneración macular y el glaucoma. El glaucoma es una enfermedad del nervio óptico que puede ocasionar pérdida visual o ceguera. Se produce debido a una acumulación de líquido en el ojo que ejerce presión sobre el nervio óptico, la retina y el cristalino. La presión puede causarle daño permanente a los ojos si no se aplica un tratamiento. Aunque muchos factores aumentan el daño causado al nervio óptico en pacientes con glaucoma, se ha comprobado que el nivel de presión intraocular (conocida como PIO) está definitivamente relacionado.
Según la Sociedad Americana de Glaucoma, el cannabis ha mostrado la capacidad de reducir la PIO tanto en personas normales (sin glaucoma) como aquellas que sufren de glaucoma, y por lo tanto podría ser un tratamiento natural para el glaucoma. Un hecho que hay que tener en cuenta sobre la capacidad del cannabis de reducir la PIO es que solo tiene efecto por un corto periodo de tiempo, así que los pacientes tendrían que usar el cannabis cada tres horas.
La mayoría de los estudios que se realizan acerca del beneficio que ofrece el cannabis están analizanlos efectos del hábito de fumar marihuana, el cual tiene efectos secundarios como daño a los pulmones. Se necesitan más investigaciones que pongan a prueba los tratamientos y suplementos de cannabis.
4. Reduce el dolor
El cannabis se ha usado como una sustancia analgésica durante milenios. Las pruebas indican que los cannabinoides pueden ser útiles para la modulación del dolor, ya que estos inhiben la transmisión neuronal en las vías de transmisión del dolor. El aceite tiene la capacidad de aliviar el dolor crónico y la inflamación, razón por la cual los pacientes de cáncer que reciben quimioterapia a menudo recurren al aceite esencial de cannabis para obtener alivio. También por esta razón, este aceite podría formar parte del tratamiento natural de la fibromialgia.
Un estudio del 2010 publicado en la Canadian Medical Association Journal (Revista de la Asociación Médica Canadiense) indica que el cannabis puede ayudar a los pacientes con dolor crónico. En este estudio, 23 adultos con dolor neuropático postraumático o posquirúrgico fueron elegidos al azar para recibir cannabis con cuatro distintas potencias durante 4 periodos de 14 días en un estudio cruzado.
El promedio diario de la intensidad del dolor se midió usando una escala numérica de 11 puntos, y los resultados indican que una sola inhalación de hierba de cannabis que contenga tetrahidrocannabinol tres veces al día por cinco días redujo la intensidad del dolor de los pacientes, mejoró su calidad de sueño y fue bien tolerada.
5. Favorece la salud cardiovascular
Las propiedades antioxidantes del cannabis benefician al corazón y previenen las enfermedades cardiovasculares. Estudios hechos en animales indican que el tratamiento con cannabis puede prevenir una serie de condiciones cardiovasculares, incluyendo la hipertensión, la enfermedad coronaria, los accidentes cerebrovasculares (ACV), la ateroesclerosis y los infartos.
En 2014, por primera vez, la Escuela de Medicina de la Universidad de Nottingham realizó un estudio que indicó que los cannabinoides afectan los vasos sanguíneos al relajarlos y expandirlos. Al relajar los vasos sanguíneos, el cannabis representa una forma natural de bajar la presión arterial y mejorar la circulación. Ya que este es el primer estudio en seres humanos que evalúa la eficacia del cannabis como tratamiento para enfermedades cardiacas, todavía quedan muchas investigaciones por realizar para comprobar que este sea un método seguro de tratamiento.
6. Protege la piel
Aplicar aceite de cannabis en la piel estimula la descamación de células muertas de la piel y te da una apariencia fresca y radiante. Los cannabinoides están involucrados en la producción de lípidos, así que pueden ayudar a controlar condiciones como la piel seca y el acné — e incluso se pueden agregar a los remedios caseros para el acné.
El daño a las células causado por la oxidación acelera el proceso de envejecimiento y puede provocar manchas oscuras, arrugas y otros signos de envejecimiento. Debido a sus potentes propiedades antioxidantes, el aceite de cannabis ayuda a disminuir el daño causado por los radicales libres. Además, inhalar o consumir cannabis reduce el estrés, y el estrés puede dar lugar a condiciones acné, eczema y rosácea.
7. Previene el cáncer
A pesar de que para la ciencia aún siga siendo algo incierto, el aceite de cannabis es considerado un tratamiento natural para el cáncer, así como también un inhibidor alternativo del cáncer, ya que puede reducir el tamaño de los tumores y aliviar las náuseas, el dolor, la falta de apetito y el debilitamiento. La U.S. Food and Drug Administration (Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos) no ha aprobado el cannabis como un tratamiento para el cáncer o para cualquier otro tipo de condición médica, pero las investigaciones revelan que tiene ciertas propiedades anticancerígenas.
Un informe de caso del 2013 hecho en Canadá evaluó los efectos benéficos del aceite esencial de cannabis en una paciente femenina de 14 años de edad a la cual se le había diagnostico leucemia linfoblástica aguda, también conocida como LLA. Para esta paciente en particular, se revocó la idea de realizar un trasplante de medula, una quimioterapia intensiva o una radioterapia, ya que se declaró que el tratamiento resultó ineficaz luego de 34 meses. Estaba extremadamente enferma y gravemente desnutrida para entonces.
Sin ninguna otra solución de tipo convencional, la familia comenzó a administrarle extractos de cannabinoides por vía oral a la joven.
De acuerdo al reporte de caso, el oncólogo de la joven chica concluyó que: “la paciente padece una enfermedad maligna terminal. Se le han aplicado todos los tratamientos y terapias disponibles… no se realizarán más intervenciones.” Luego fue llevada a la unidad de cuidados paliativos domiciliarios y se le informó que debía prepararse para el momento en que su enfermedad invadiera su cuerpo. Se preveía que tuviese un derrame cerebral en los siguientes dos meses.
Luego de estas desoladoras noticias, sus familiares investigaron acerca de los cannabinoides y descubrieron que se ha demostrado que estos inhiben el crecimiento de células cancerígenas en cultivos y en modelos animales al modificar vías esenciales de señalización celular. Sus familiares leyeron que los cannabinoides son bien tolerados en general y no producen los efectos tóxicos y generalizados que produce la quimioterapia convencional. La familia puso sus esperanzas en una organización que trataba varios tipos de cáncer mediante el aceite de cannabis.
Para disimular el amargo sabor y la naturaleza viscosa del aceite de cáñamo, se mezcló con miel (la cual es reconocida por favorecer la digestión de manera natural) y luego se le administró la mezcla a la paciente en dosis diarias. El plan consistía en aumentar rápidamente la frecuencia y la cantidad de las dosis y con suerte aumentar la tolerancia del paciente al aceite de cannabis. En la etapa inicial de este tratamiento con cannabis, la joven sufrió ataques de pánico y presento un mayor apetito y fatiga.
Al principio, se le administraba el aceite de cannabis una vez al día, y, desde el día número 15, se le comenzó a administrar el tratamiento tres veces al día. Como resultado del tratamiento con aceite de cannabis, la chica redujo su consumo de morfina para el dolor, mostró crecientes síntomas de euforia, presentó una memoria desorientada y un estado de alerta acentuado (todo esto tenía coherencia con el uso de cannabis)
La paciente continuó usando aceite de cannabis por 65 días. La familia cambió la variedad del aceite esencial de cannabis varias veces, y algunas variedades lograban aumentar el apetito y aliviar el dolor con mayor efectividad que otras. El autor del informe expresó que se deben realizar más estudios sobre el aceite de cannabis, ya que existe la posibilidad de que los cannabinoides muestren selectividad al atacar las células cancerosas, de esa manera limitando los efectos citotóxicos generalizados que los agentes quimioterapéuticos convencionales producen. Lamentablemente, la joven con leucemia linfoblástica aguda falleció debido a hemorragia gastrointestinal y una perforación del intestino.
El estudio de este caso indicó que los agentes quimioterapéuticos avanzados no pudieron controlar la cantidad de blastos (células presentes en la sangre y en la medula ósea) en la paciente y tuvieron devastadores efectos secundarios que a la larga tuvieron como resultado la muerte. La terapia con cannabinoides, por otro lado, no tuvo ningún efecto secundario nocivo, solamente presentó propiedades psicosomáticas, que causaron un aumento en la vitalidad de la paciente.
Cabe destacar que existe la posibilidad de evitar las propiedades psicoactivas del aceite de cannabis; esto se puede hacer administrando cannabinoides no psicoactivos, tales como el cannabidiol, el cual presenta propiedades antiproliferativas.
Historia y datos interesantes del Aceite de Cannabis
Según la Biblioteca Nacional de Medicina de los EU, el uso medicinal del cannabis data de al menos 3000 años. Fue incluido en la medicina occidental en la década de 1840 por W.B. O’Shaughnessy, un cirujano que descubrió las propiedades medicinales del cannabis mientras trabaja en la India para la British East Indies Co. (Compañía Británica de las Indias Orientales). Resultó útil debido a sus efectos analgésicos, sedantes, antiinflamatorios, antiespasmódicos y anticonvulsivos.
En 1937, el Departamento de Tesorería de los Estados Unidos presentó la Ley de Impuesto a la Marihuana, la cual impuso una recaudación fiscal de $1 por onza de cannabis usada con fines médicos y $100 por onza para uso recreacional. A esto se opusieron los médicos que no estaban obligados a pagar un impuesto especial por recetar cannabis, a usar formularios especiales de pedido para conseguirlo y a llevar un registro que detallara su uso profesional. La Asociación Médica Estadounidense pensaba que las pruebas que demostraban los efectos nocivos del cannabis eran muy escasas y que la ley evitaría que se investigara más a fondo su valor medicinal.
En el año 1942, se eliminó el cannabis de la farmacopea estadounidense debido a la constante preocupación por sus riesgos potenciales. En 1951, el Congreso aprobó la ley de Boggs, la cual fue la primera en incluir al cannabis con drogas narcóticas. En 1970, al aprobarse la Ley de Sustancias Controladas, el cannabis paso a ser clasificado como una droga de Listado I, impidiendo así su uso como medicamento.
Gracias al Compassionate Use Investigational New Drug Program (Programa de Investigación de Nuevas Drogas de Uso Compasivo), el cual se estableció en 1978, el cannabis se pudo distribuir a pacientes solo en casos determinados, pero este programa culminó en 1992. En la actualidad (véase a continuación), es legal adquirir cannabis para uso médico en 25 estados, así como también en el Distrito de Columbia.
Cómo conseguir y usar el Cannabis
La gente que usa el aceite de cannabis como un método de tratamiento lo ingiere con una jeringuilla o mezclándolo con algún líquido que disimule su potencia. La proporción de la dosis y la frecuencia dependen del padecimiento que se esté tratando y de la tolerancia del paciente al cannabis. La mayoría de los pacientes empieza con una cantidad muy pequeña y van aumentando las dosis a lo largo de un largo periodo de tiempo.
No es posible comprar aceite de cannabis en Internet o en tiendas locales. En algunos países, se ofrece cannabis para tratar condiciones médicas, y esto puede requerir una receta médica o una prueba de enfermedad o lesión. También es posible unirse a colectivos, los cuales son grupos de pacientes que cultivan y comparten cannabis medicinal entre sí. Si usas aceite de cannabis, asegúrate de que venga de compañías de buena reputación que vendan aceites puros y probados en un laboratorio.
Posibles efectos secundarios e interacciones
El aceite de cannabis puede provocar una reducción de la memoria y la atención, como también puede reducir la capacidad de aprender y pensar. No es seguro mezclar el aceite de cannabis con otros medicamentos — como antidepresivos, medicamentos para la ansiedad (ansiolíticos), analgésicos, medicamentos anticonvulsivos y relajantes musculares — ya que esto puede causar adormecimiento y fatiga.
No uses el aceite de cannabis ni ningún otro producto a base de cannabis, si estas embarazada o si es probable que lo estés. Existen pruebas de que las mujeres que usan cannabis durante el momento de la concepción o durante el embarazo pueden correr un mayor riesgo de que su hijo nazca con malformaciones congénitas o con un peso demasiado bajo. Tampoco uses cannabis si piensas amamantar a tu bebe.
Existen muchas variedades de cannabis, y no todas son iguales. Si vas a usar aceite de cannabis, asegúrate de que venga de una compañía de buena reputación que venda aceite de cannabis probados en un laboratorio. Sigue los métodos legales y seguros de conseguir cannabis para asegurar la mayor cantidad de beneficios de salud y limitar los efectos secundarios.