Los sasafrases (sassafras albidum/officinalis – Lauraceae) son árboles muy conocidos en Norteamérica, éstos pueden alcanzar a medir hasta 18 metros (60 pies) de altura. A sus amarillentas flores les acompaña un fruto de forma oval y tono azulado. Sus hojas, las cuales son caducifolias, pueden ser lisas, polilobuladas como las hojas del arce, o bilobuladas como una manopla. Este árbol se encuentra en la familia del laurel y el alcanfor.
El sasafrás fue llamado el laurel de los iroqueses tras ser considerado sagrado y estimado por sus propiedades terapéuticas por los indios del este de los Estados Unidos. En el siglo XVI, los colonos franceses y los exploradores escribieron acerca de cómo los indios solían hacer infusiones con la corteza del árbol y lo daban a aquellos que sufrían una fiebre y muchas otras enfermedades. Sin embargo, fueron los españoles los que llevaron este remedio a Europa. Sus estacas llegaron a Inglaterra en el año 1610 y los árboles se comenzaron a cultivar en invernaderos.
A finales del siglo XVII, Nicolas Lemery catalogó las propiedades del sasafrás como aperitivas y sudoríficas, reforzando el cerebro y la vista. Él y otros lo consideraron bueno para la gota, la ciática y el flujo catarral.
Hubo una época en la que los Estados Unidos era el único país productor de aceite esencial de sasafrás donde era usado como saborizante en bebidas como la cerveza de raíz; los tés medicinales, uno de ellos conocido como saloop, que eran hechos con la corteza, hojas y yemas. También se fabricaba jabón con sus hojas. Pero debido al despilfarro de material que implicaba (las raíces son la parte del árbol que contiene más aceite), actualmente los árboles no son talados para la producción de aceite en los Estados Unidos. Además de esto, desde el año 1958, en Norteamérica se ha prohibido el uso del aceite de sasafrás en la industria alimentaria, pues se ha descubierto que el sabrol, principal componente del aceite, es cancerígeno.
Brasil continúa produciendo aceite esencial de sasafrás, pero de una planta llamada ocotea odorífera, la cual a pesar de pertenecer a la familia lauraceae, es muy diferente a las demás especies. Dado que el aceite de éste es incluso más rico en safrol que el estadounidense, la industria ha sufrido considerables consecuencias tras su restricción. La producción en Brasil es de aproximadamente 1500 – 2000 barriles al año (cifras de 1987), y su principal importador es Japón, seguido de Estados Unidos, España, Italia, Francia y Gran Bretaña.
El sasafrás solía usarse como saborizante en la goma de mascar, y las hojas nuevas eran deshidratadas para hacer Gumbo Filé, un importante ingrediente empleado en la gastronomía criolla. El aceite esencial todavía se usa en la industria del jabón y el perfume. Una sustancia llamada heliotropo, derivada del safrol, alguna vez se usó para intensificar el sabor y aroma en alimentos como la vainilla en refrescos de cola, cremas pasteleras y bizcochos.
Aceite Esencial de Sasafrás
Descripción
El interior de sus raíces tiene un fuerte olor balsámico, y éstas aparte de la madera, la corteza y las radículas son las partes que se usan para la fabricación del aceite esencial. Se pueden agregar las hojas y flores para obtener un aceite de aroma más alimonado y sutil. El aceite es de color amarillo o amarillo rojizo con un peculiar olor a safrol, agrio y aromático, parecido al anís, el limón y el hinojo.
Principales componentes
Aproximadamente un 80% de safrol y pineno, y de 8% a 10% de candineno, canfeno, eugenol, resinas de óleo, felandreno, acido tánico y cera. El sasafrás de Brasil contiene un 90% de safrol.
Riesgos
Dado que la calidad del aceite puede variar mucho, se debe tener mucho cuidado. Como existen muchos otros aceites que pueden ser de ayuda para los dolores reumáticos y la gota, el uso de sasafrás es prescindible, principalmente por su reputación cancerígena. Además, dado que se tiene que destruir el árbol entero, el efecto invernadero resulta cada vez peor, por esto el sasafrás debería ser eliminado por completo de los tratamientos y de la industria. Dado a su presunta carcinogenicidad, su uso ha sido estrictamente restringido (al 0.05 en los productos) por la legislación europea sobre productos cosméticos y la asociación internacional de perfumería.
Beneficios del Aceite de Sasafrás en la salud
Salud cutánea
Por tradición, el aceite de sasafrás ha sido usado por diversas cuestiones tópicas, y la salud de la piel no es una excepción. Si sufres de furúnculos, llagas, erupciones o marcas exageradas en la piel, aplicar una cataplasma de hojas de sasafrás en el área afectada puede reducir rápidamente la inflamación o despigmentación de la piel. Se cree que la presencia del ácido tánico y un componente único llamado Sassafrid le proporcionan ciertos beneficios y medidas protectoras a la piel.
Alivia la inflamación
Uno de los usos más populares del sasafrás es tratar el reumatismo y la gota, éste ha sido considerado un remedio fiable durante miles de años en diversos países alrededor del mundo. La inflamación afecta el cuerpo de muchas formas, pero esta impresionante planta tiene la capacidad de ayudar a mejorar los procesos gastrointestinales y los síntomas de artritis; así como, en algunos casos, dolores de cabeza. Su uso para bajar la fiebre es uno de los más antiguos propósitos que se le ha dado a esta planta tan versátil.
Fortalece el sistema inmunológico
Investigaciones modernas han determinado que el sasafrás no sólo posee propiedades analgésicas sino también antisépticas, y dichas propiedades antimicrobianas son ideales para optimizar el sistema inmunológico. Protegiendo el cuerpo de los agentes externos y los patógenos, de ambas formas interna y externa, este remedio puede ser un protector de dulce aroma para tu salud general. Éste puede incluso ayudarte a mantener tu sistema respiratorio y digestivo libres de infecciones, y esa es la razón por la que esta planta era recomendada para repeler resfriados en su etapa inicial.
Mejora la salud dental
Durante siglos, las ramas de sasafrás se utilizaron para la fabricación de cepillos de dientes por su agradable sabor (parecido al de la cerveza de raía) y sus propiedades antisépticas. Su uso como desinfectante dental es todavía un medio viable para obtener beneficios. Si deseas probar este tratamiento tradicional, puedes frotar tus dientes con una de las ramas. ¡Tus encías te lo agradecerán!
Alivia el dolor
Las propiedades analgésicas del sasafrás son muy conocidas, y las hojas de este árbol, gracias a su naturaleza antiinflamatoria y analgésica, solían ser usadas para cubrir heridas. Todavía se usa el té de sasafrás con propósitos analgésicos, y tratamientos tópicos para dolores son populares en algunas comunidades de medicina convencional.
Cicatrizante
Su función analgésica es una cosa, pero su acción aceleradora al momento de cicatrizar es un tema diferente. La naturaleza estimulante de este remedio ayuda a que la sangre recién oxigenada fluya hacia el lugar en el que se encuentra la herida, agilizando el proceso de cicatrización natural y el proceso metabólico de todo el cuerpo.
Energizante
La naturaleza estimulante de esta planta también es buena para aumentar los niveles de energía cuando te sientes algo flojo. Beber un té de sasafrás o masticar sus hojas es una buena forma de acelerar tus motores y vencer el exceso de debilidad y fatiga.
Calma los dolores menstruales
Las propiedades analgésicas y antiinflamatorias que contiene el sasafrás puede ser de gran ayuda para las mujeres que sufren síntomas como hinchazón, espasmos y sangrado abundante durante la menstruación. Durante miles de años, este remedio natural ha ayudado a muchas mujeres a reducir el malestar menstrual, y actualmente sigue siendo recomendado por herbolarios a mujeres que presentan dolores menstruales poco habituales.
Desintoxica tu cuerpo
Las hojas de sasafrás son un diurético eficaz, ya que aumenta la producción de orina, eliminando el exceso de toxinas, sales y lípidos del cuerpo. Si buscas mejorar la salud y funcionamiento de tus riñones, lo más recomendable es limpiar tu organismo con un diurético, y el té de sasafrás es una buena opción.