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Mi perro tiene dolor, ¿le ayudará el CBD?

Al igual que en los humanos, el CBD funciona del mismo modo en los animales que en las personas.

El CBD estimula el sistema endocannabinoide para crear equilibrio en el cuerpo, lo que ayuda a aliviar el dolor, reducir los problemas neurológicos, reducir la ansiedad y abordar problemas con enfermedades como la osteoartritis, el cáncer, la enfermedad inflamatoria intestinal, la epilepsia, el asma, etc.

Un estudio reciente se propuso determinar la farmacocinética oral básica y evaluar la seguridad y eficacia analgésica de un aceite a base de cannabidiol (CBD) en perros con osteoartritis (OA). Los resultados demostraron que el uso de CBD en perros con osteoartritis puede reducir significativamente el dolor y aumentar la comodidad.

Echemos un vistazo al cáncer en caninos…

El CBD tiene varios efectos biológicos bien documentados, entre ellos propiedades ansiolíticas, anticonvulsivas, antináuseas, antiinflamatorias y antitumorales, pero sabemos que no hay pruebas suficientes para sugerir que el aceite de CBD por sí solo sea una cura para el cáncer en perros. Sin embargo, la investigación está avanzando y ahora hay pruebas que demuestran que el aceite de CBD puede ofrecer apoyo a un plan de tratamiento del cáncer bien diseñado para su compañero canino. Hay pruebas que sugieren que el CBD es un potente inhibidor tanto del crecimiento del cáncer como del cáncer.

Pero, ¿cómo funciona el CBD en el cuerpo de nuestros perros? ¿Tienen un sistema endocannabinoide? En primer lugar, veamos qué es el sistema endocannabinoide: el sistema endocannabinoide (SEC) es un importante sistema de señalización lipídica que comprende cannabinoides endógenos, sus receptores y enzimas metabólicas. Los endocannabinoides son moléculas que el cuerpo produce de forma natural. Estas moléculas se unen a los receptores cannabinoides para iniciar acciones específicas. El cuerpo solo crea endocannabinoides cuando lo necesita. Hay dos receptores cannabinoides distintos, CB1 y CB2. Los receptores CB1 caninos se encuentran principalmente en el cerebro, pero también aparecen en las glándulas salivales y los folículos pilosos de los perros, mientras que los receptores CB2 se localizan en la piel canina, el sistema inmunológico, el sistema nervioso periférico y algunos órganos, como el hígado y los riñones. Los cannabinoides vegetales (fitocannabinoides), como el THC y el CBD, estimulan los receptores cannabinoides de la misma manera que lo hacen los endocannabinoides del propio cuerpo cuando se introducen en el organismo. Esto, a su vez, desencadena muchas reacciones naturales del ECS.

Las investigaciones sugieren que un ECS equilibrado favorece el apetito, el sueño, la regulación y estabilidad del estado de ánimo, la marcha, la percepción del dolor, la memoria, la temperatura corporal, la inmunidad, la reproducción y la fertilidad tanto en humanos como en mascotas. Cuando el ECS está desequilibrado debido a la falta de suficientes endocannabinoides, se suelen observar muchos signos físicos negativos en los perros, incluidos problemas digestivos (vómitos, intestinos irregulares, diarrea), falta de apetito, problemas de sueño, estrés, ansiedad/miedo y agresión, letargo y falta de actividad, falta de equilibrio y coordinación, dolor e inflamación.

El CBD no solo se recomienda para enfermedades graves como el cáncer y la osteoartritis, sino que tiene la capacidad de ayudar a aliviar la ansiedad y el estrés, al igual que en los humanos. En algún momento de nuestras vidas, todos hemos tenido que salir corriendo y dejar a nuestro perro solo, para volver a encontrarnos con nuestros zapatos favoritos o un bolso mordido. Si trabajas muchas horas y tu perro está solo en casa la mayor parte del tiempo, el CBD puede ayudarlo a relajarse y a estar más tranquilo. También puede ayudar a reducir la ansiedad asociada con las fobias a los ruidos, de modo que tu perro no se espante cada vez que haya una tormenta eléctrica o fuegos artificiales cerca.

¿Cuánto CBD necesita mi perro?

Siempre recomendamos comenzar con una dosis baja y ver cómo afecta al animal antes de aumentar la dosis. Una cantidad recomendada de 1 a 2 mg por cada 10 libras de peso es un buen punto de partida.

Cada perro es único y procesa los cannabinoides de forma diferente, lo que significa que no existe una dosis única para todos los animales. La mejor manera de asegurarse de que el animal recibe una cantidad adecuada de CBD es comenzar con una dosis baja y controlar el comportamiento durante 5 a 10 días antes de aumentar la ingesta.

Enlaces de lectura adicionales

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3579246/

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6065210/

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6770351/

www.ivcjournal.com