El aceite esencial de lavanda, quizás el más versátil de todos, es un tratamiento eficaz para muchas lesiones y dolencias menores. También puede ayudar a relajarse, lo que puede aliviar el insomnio, la ansiedad y otros problemas emocionales.
El aceite de lavanda tiene un aroma agradable y calmante, además de propiedades antioxidantes y antimicrobianas, lo que lo convierte en un complemento ideal para lociones, desodorantes y limpiadores domésticos caseros.
Cuando compre lavanda, busque un aceite esencial puro y orgánico certificado, y dilúyalo con un portador (como aceite de coco o de almendras dulces) si planea aplicar más de una gota o dos directamente sobre su piel.
Lavanda, seis formas
Aliviar la irritación causada por la afeitadora: añadir 12 gotas de lavanda a 30 ml de agua; rociar sobre la zona afectada. Repeler enfermedades: añadir 3 gotas de lavanda, tomillo y aceite de árbol de té a 110 ml de agua y difundir. Fortalecer las uñas: mezclar 12 gotas de lavanda con 1/2 cucharadita de aceite de vitamina E y aplicar sobre las uñas como bálsamo. Aliviar la ansiedad: aplicar 1 gota de lavanda en la planta de cada pie. Aliviar las picaduras de insectos: combinar 12 gotas de lavanda con 12 gotas de aceite esencial de menta. Agitar bien y aplicar sobre las picaduras. Tratar cortes y raspones: añadir 6 gotas de lavanda a 450 ml de agua fría; remojar una compresa en la mezcla y aplicar.
Todos los métodos y combinaciones son cortesía de Essential Oils Natural Remedies: La referencia completa de la A a la Z de aceites esenciales para la salud y la curación.