Con la llegada del verano, se produce la transición a camisetas, camisetas sin mangas, pantalones cortos y otras opciones de vestuario que dejan al descubierto nuestra piel. A medida que nos desprendemos de esas capas, algunas personas pueden notar que los meses de invierno más secos han dejado su piel con protuberancias similares a la piel de gallina que varían en grados de enrojecimiento e inflamación. Esta es una afección conocida como queratosis pilaris.
Para muchas personas, la queratosis pilaris es más frecuente en la parte superior de los brazos, pero puede aparecer en cualquier parte del cuerpo que tenga folículos pilosos: los muslos, la cara, la espalda, el pecho y las nalgas.
La afección es común y se estima que entre el 50 y el 80 por ciento de los adolescentes y el 40 por ciento de los adultos la desarrollan en algún momento. Las investigaciones muestran que puede haber un componente genético, ya que algunas personas tienen más probabilidades de sufrir queratosis pilaris si alguien en su familia también la padece. Sin embargo, hay otros factores que pueden determinar el escenario, como tener la piel clara, asma, diabetes o hipotiroidismo, o ser obeso.
A menudo confundidas con pequeños granos, las protuberancias de la queratosis pilaris son en realidad un tipo diferente de congestión de la piel, dice Kristen Shoemaker, una esteticista de élite en LifeSpa en Bridgewater, Nueva Jersey. “La queratosis pilaris ocurre cuando la piel produce demasiada proteína llamada queratina, que puede acumularse y luego bloquear los folículos pilosos, causando parches ásperos o pequeñas protuberancias en la piel”.
Señala que la queratosis pilaris generalmente aparece peor en la piel seca, por lo que cuanto más seco sea el ambiente, más desarrollada puede llegar a estar la queratosis pilaris.
Como esteticista, Shoemaker está capacitada para ayudar a sus clientes a combatir la queratosis pilaris, pero también puede identificarse con ellos, ya que ha sufrido esta enfermedad desde su adolescencia. “Sé cómo se siente cuando la gente pregunta: '¿Qué te pasa en los brazos?'”, dice. “A medida que fui creciendo (ahora tengo 37 años), aprendí a aceptar y amar la queratosis pilaris que tengo en la parte superior de los brazos. Ahora se ha desvanecido mucho, pero en mi adolescencia y entre los 20 y los 30 años, estaba roja y se notaba”.
Shoemaker señala que no existe una única razón por la que se desarrolla la queratosis pilaris ni un cronograma de duración. Sin embargo, suele aparecer en bebés, niños y adolescentes, y puede disminuir o desaparecer cuando una persona llega a los 30 años. Los cambios hormonales en los adolescentes también pueden provocar o intensificar los signos y síntomas de la queratosis pilaris.
Cómo tratar la queratosis pilaris
Shoemaker comenzó su propia rutina de cuidado de la piel dedicada a tratar su queratosis pilaris antes de su boda. Ahora transmite esta misma rutina a sus clientes.
“El tratamiento en casa combinado con un tratamiento facial HydraArm puede ser muy eficaz para reducir y eliminar la queratosis pilaris”, afirma Shoemaker. Se puede realizar un tratamiento facial HydraArm en todos los centros LifeSpa que ofrecen tratamientos Hydrafacial. El servicio renueva la piel de los brazos mediante el uso de ácidos láctico, glicólico y salicílico. Luego se realizan extracciones sin dolor con la máquina Hydrafacial Syndeo™. Por último, se nutre la piel con antioxidantes y se aplica un humectante. Shoemaker sugiere que este tratamiento se realice mensualmente para obtener los mejores resultados.
Para su rutina en casa, que puede aplicarse a la queratosis pilaris que se encuentra en cualquier parte del cuerpo, Shoemaker recomienda completar estos tres pasos clave para el cuidado de la piel:
Paso 1:
Utiliza un exfoliante físico dos veces por semana para eliminar la piel muerta acumulada en la superficie. Uno de los exfoliantes físicos favoritos de Shoemaker es el Dermafoliant Strawberry Rhubarb de Eminence, que contiene ácido láctico, un exfoliante químico. Úsalo en la ducha, frotando suavemente sobre las zonas con queratosis pilaris. La combinación de estos dos tipos de exfoliantes deja la piel suave y lista para la hidratación.
Si la queratosis pilaris se encuentra en el rostro, Shoemaker recomienda no usar exfoliantes físicos y utilizar solo ácidos exfoliantes tópicos. “Los exfoliantes físicos pueden ser demasiado agresivos para la superficie de la piel del rostro y pueden crear microdesgarros que pueden provocar la acumulación de bacterias”, afirma Shoemaker.
Paso 2:
Después de la ducha, aplica diariamente un suero exfoliante químico tópico. Para ello, a Shoemaker le gusta el Mangosteen Resurfacing Concentrate (también de Eminence). Este producto mantiene el proceso de exfoliación durante todo el día o la noche, lo que ayuda a evitar que la queratina se acumule en la piel.
Paso 3:
A continuación, aplique una crema hidratante a diario. Shoemaker prefiere el aceite corporal Eminence Yuzu o el aceite corporal Antara Balance. La queratosis pilaris se acumula en la piel seca, por lo que mantener la zona hidratada es un factor clave para eliminar y disminuir sus signos. “Durante todo el tratamiento, es importante llevar ropa holgada y transpirable”, afirma Shoemaker. “Cuanto menos fricción haya sobre la piel, mejor”.
Es importante mantener una rutina de cuidado de la piel que ayude a sanar la piel y a mantener a raya la queratosis pilaris. “La queratosis pilaris es algo que requiere cuidados diarios”, afirma Shoemaker. “Si se interrumpen los tratamientos y los cuidados en casa, puede volver a aparecer. Los exfoliantes tópicos y la crema hidratante pasarán a formar parte de la rutina diaria”.
Shoemaker también enfatiza que es útil tratar de recordar que muchas personas tienen esta condición, y si usted es una de ellas, no está solo. “Sé lo cohibidas que pueden llegar a ser las personas cuando se trata de queratosis pilaris, por eso abordo mi trabajo con los clientes con amor y compasión”, dice. “Me aseguro de que puedan ver la queratosis pilaris en mis brazos, para que sepan que realmente entiendo por lo que están pasando”.