Esta noticia puede resultar sorprendente: la Candida es una parte normal de un intestino sano. Un término general para un grupo de cepas de hongos similares, la Candida es en realidad una parte pacífica del microbioma. demasiado Es en su sistema donde surgen los problemas, y esos problemas no se limitan a sus intestinos.
Los síntomas del crecimiento excesivo de cándida incluyen malestar gastrointestinal, sí, pero también confusión mental, fatiga, cambios de humor, erupciones cutáneas, eczema, picazón en los oídos, antojos incesantes de azúcar y más, escribe Amy Myers, MD, practicante de medicina funcional y autora de La conexión tiroidea.
El crecimiento excesivo de Candida es común debido a los factores desencadenantes que se dan en el estilo de vida, incluida una mala alimentación. Pero eso no significa que tengas que vivir con sus frustrantes síntomas. Estas estrategias naturales pueden ayudar a restablecer el equilibrio de la Candida.
Limite el azúcar. Uno de los principales factores que contribuyen al crecimiento excesivo de la cándida es una dieta rica en azúcar, ya que la cándida necesita azúcar para crecer y desarrollarse. Esto incluye el alcohol, que el cuerpo procesa de forma muy similar al azúcar. A continuación, se ofrecen algunos consejos prácticos para dejar la adicción al azúcar.
Utilice los antibióticos con prudencia. Los antibióticos matan muchas de las bacterias del organismo, incluida la flora intestinal beneficiosa que mantiene a raya la cándida. Consulta estos consejos para asegurarte de que estás tomando el enfoque correcto con respecto a los antibióticos.
Considere reducir los carbohidratos. No es necesario seguir una dieta cetogénica completa, dice el médico funcional Michael Ruscio, DC, autor de Intestino sano, tú sano. “Pero una dieta ligeramente más baja en carbohidratos significa menos carbohidratos para alimentar al hongo”. Los vegetarianos, cuyas dietas a menudo pueden ser naturalmente más altas en carbohidratos, deben prestar especial atención a su consumo de carbohidratos.
Opte por un método anticonceptivo no hormonal. Los anticonceptivos hormonales pueden provocar un predominio de estrógeno en el cuerpo de la mujer, lo que puede provocar un crecimiento excesivo de cándida. Considere una alternativa no hormonal, si es posible, y obtenga más información sobre los efectos de los anticonceptivos hormonales en la salud aquí.
Evite los alimentos que provocan cándida. Myers sugiere evitar estos alimentos que alimentan la cándida: hongos, alimentos fermentados, gluten y otros granos, lácteos, vino, cerveza y jugos de frutas.
Consuma alimentos que combatan la cándida. Las mejores opciones para restaurar las bacterias intestinales saludables son centrarse en alimentos integrales e incluir alimentos que combatan específicamente el crecimiento excesivo de cándida, como el ajo, las verduras crucíferas, el aceite de coco, el jugo de limón, el vinagre de sidra de manzana y el salmón salvaje, y especias como el jengibre, la canela y el clavo.
Consigue un buen probiótico. Las investigaciones sugieren que la mayoría de los probióticos no vuelven a colonizar el intestino con bacterias nuevas y beneficiosas, sino que ayudan a mantener a raya la comunidad de bacterias buenas que ya viven en el intestino y que ayudan a mantener a raya la cándida. “Los probióticos también tienen fuertes efectos antibacterianos y antifúngicos”, afirma Ruscio. “De hecho, pueden funcionar mejor que algunas intervenciones antifúngicas y antiparasitarias específicas”.
Desarrolla una rutina de autocuidado. Debido a que el estrés tiene una poderosa influencia negativa en la salud intestinal, es una buena idea priorizar la reducción del estrés, dice Ruscio. Duerma lo suficiente y con calidad, reserve tiempo libre para actividades sociales y dedique tiempo a la relajación.
Considere tomar un medicamento antimicótico. Si adopta estas estrategias pero no experimenta un cambio significativo en los síntomas, podría valer la pena probar un medicamento a base de hierbas antimicótico. Sin embargo, estas fórmulas pueden ser tan potentes como los medicamentos recetados, por lo que siempre consulte a un médico de confianza antes de comenzar a tomarlas.
Deja ir lo que no puedes controlarAlgunos factores están fuera de nuestro control, dice Ruscio. Si naciste por cesárea o si fuiste alimentado con fórmula cuando eras un bebé, puede ser un poco más difícil lograr un microbioma intestinal saludable, pero las estrategias anteriores pueden marcar una gran diferencia. “Hay ciertas cosas que puedes cambiar y otras que no”, dice Ruscio. “Es importante no obsesionarse demasiado con ellas. Concéntrate en lo que puedes cambiar”.